19.

Tener mucho calor pero saber que si nos damos ese segundo baño nos cogerá el frío para el resto de la tarde.
Soportar estoicamente a la gente de fuera que imita (mal) el acento gallego, nos dice “galleguiño”, nos pide que digamos “carallo” y encima espera que nos haga gracia.

20.

Lo de decidir ir a alguna fiesta histórica a última hora y tener que inventar con lo que hay en nuestro armario un atuendo que encaje más o menos. Acabar usando lo mismo para la Festa da Istoria de Ribadavia y la Reconquista con el pretexto de que «los labregos siempre vistieron un poco igual siglo arriba, siglo abajo».

21.

Pasarnos con el licor café.

22.

Intentar explicar a un foráneo lo de las parroquias, los lugares y las comarcas.

23.

Vivir en el rural y que tu cartero de toda la vida se jubile.

24.

Que uno de los criterios presentes en tu decisión final antes de comprar un coche tenga que ser si pasará bien por el punto más estrecho del trayecto a tu aldea.

25.

Ese momento en el que tu foto ya no aparece en el Xabarín el día de tu cumple.

26.

Que no llueva.

27.

Que llueva.

28.

Que te pregunten qué es lo más bonito de Galicia. Empezar a hablar y no saber parar.