Buenas tardes a todos los presentes.
Nos encontramos hoy aquí, en el salón de actos que ha crecido a la vez que nosotros, pasando de un gran telón de colores amarillos y granates a esta sala moderna y colorida, para despedir la etapa que, dicen, es la mejor de nuestras vidas. Hoy es un día importante para todos, y no solo por la fiesta que nos espera después.
La evolución de esta sala ha sido muy similar a la nuestra, dejando atrás los colores amarillos, como nuestro querido mandilón , o los granates, reflejados en el uniforme que nos acompañó durante más de 10 años ,para luego, a la vez que entrábamos en bachillerato, transformarse en una mezcla de colores en donde cada uno era libre de expresarse.
Durante este tiempo hemos compartido muchas cosas, yo por ejemplo cientos de clinex, otros habrán compartido bolis, que ,por cierto, nunca volverán a ver, pero desde luego todos nosotros hemos compartido experiencias, muchas risas , muchos gritos y muchos lloros que se convierten, con el paso del tiempo, en grandes recuerdos.
Y es que para eso estamos aquí, para hablar de recuerdos. Empezando por el primer día de clase. Entramos por una puerta , con nuestros mini uniformes y mini mandilones en un sitio que parecía gigante y que ahora parece que ha encogido (si no lo creeis, no tenéis más que pasaros por los baños con aquellas puertecitas azules, a lo mejor se os quitan las ganas de mear).
Pasamos a dentro con nuestro mini pie y a cada uno lo mandan a una clase, donde coincide con compañeros que le acompañarán durante los próximos años y que ,con suerte, se convertirán en grandes amigos.
Hoy recordamos los días de siestas entre las esterillas rojas y azules, el patio con un iglú, un tobogán y el famoso arco donde nos pasábamos los recreos colgados.
Las clases de lectura, la teacher, y el análisis morfológico con Fabiola. Los años donde no nos cortamos ni un pelo en hacer un poco de turisteo por el litoral, recorriendo numerosas playas como Cabanas o Sanxenxo en las que más de uno vio algo que aún no estaba preparado para ver. O el lujo que nos dimos de pasarnos por el interior, disfrutando de alguna que otra granja escuela en la que, sin duda, aprendimos a hacer pan.
Recordamos el sentimiento de entrar en la ESO, los primeros suspensos, la edad del pavo, el crecimiento personal… Las primeras tomas de contacto, para muchos, con el extranjero y con el inglés en Irlanda, y las estupendas horas que pasamos en Dublín, si, fueron horas.
Recordamos los nervios que teníamos a la vuelta de cada verano.
La novedad de 4º de la ESO, los amigos que hicimos ese año, la excursión a Madrid, que digamos que fue más que interesante.
Los problemas con los que tuvimos que lidiar y que comenzamos a entender cómo resolverlos.
Recordamos todos los momentos en los que vagueamos, y las noches que nos hemos pasado estudiando. Bachillerato, sin muchos de nuestros compañeros que habían decidido tomar otro rumbo en la vida. Y bachillerato en sí, dos años que nos han brindado horas de risas y llantos, sufrimiento agobio y ganas de llegar a este día que parecía inalcanzable.
Recordamos la última excursión que hicimos, Italia. Una excursión que dio para mucho, sobre todo dio paseos a menos nosecuantos grados, miles de helados y grandes y buenos recuerdos. Y también fotos con el gorro estilo ruso de Adrián.
Pero también es momento de decir adiós. Decimos adiós al que siempre nos hacía reír en clase, al que nos contagiaba su risa, al que nunca paraba de hablar, al que siempre daba la hora, al que siempre tenía clinex, a los que siempre ayudaban en cualquier cosa, a los que siempre llegaban tarde y nos deleitaban con un Padre Nuestro y Ave María que sonaba como música para nuestros acostumbrados oídos. Al que nunca venía a clase, a los que toqueteaban todo, al que nunca se enteraba de nada… Personas tan diferentes con las que hemos logrado convivir durante tanto tiempo. Grandes compañeros de los que hemos aprendido tanto, tal vez, sin darnos cuenta.
Pero también dejamos atrás a profesores que se han encargado de dejar grandes anécdotas a su paso. Como Antonio Varela y sus CEROPIOS; Jose Antonio y su frase temida por todos y de la cual pocos de los presentes se han librado; Personajes como Telmo y su navaja, las risas con María Dorado y su vida sentimental; Ángela y sus aaaal granoooo, Soraya con sus pelis, canciones y charlas de madre; Juan Pablo con sus : es que es tan bonito, es tan potente es brutaaal ( sin olvidar del momento en el que se cargó una puerta) ; Inés y sus charlas sobre lo que nos espera en la vida; Lupe, que más que una profesora es una confidente, una amiga que siempre que tienes un problema, tiene el consejo perfecto. Y Adrián , que nos ha acompañado durante 2 duros años y quién tanto viene un día cualquiera vestido de Napoleón como que te trae una escopeta a clase o te sienta en una silla y en 20 minutos consigue que cuando crees que no puedes más, cambies tu visión por completo. Él mismo se ha encargado de subirnos el ánimo con esos mensajes taaan largos que mandaba esporádicamente por el grupo de whatsapp y que, sin duda, nos hacía creer que segundo no era para tanto, y mientras tanto ahí nos encontrábamos, estudiando para su examen y debatiéndonos entre maldecirlo o estar agradecidos por haberle conocido
.
Dejamos atrás un curso duro, que parecía no acabar nunca o pasar muy rápido. Pero hemos llegado hasta aquí. No cabe duda de que ha sido gracias a la ayuda de todas las personas que nos han apoyado, pero también ha sido gracias a nuestro esfuerzo. Por que como bien dijo un gran amigo del profe de filo, somos seres en potencia y eso implica que aún nos queda mucho por demostrar. Sin duda lo haremos cuando por fin nos veamos las caras con la más que nombrada Selectividad.
Y hablando de caras, es momento de que os las miréis bien. Es la última vez que nos vamos a ver como compañeros.
Mirad hacia atrás, y veréis a vuestras familias que os han aguantado incluso cuando ni vosotros mismos lo haciais. Y a nuestros profesores, los cuales nos han visto crecer y seguramente hayan dado más por nosotros de lo que han recibido.
A partir de este momento cada uno escogerá un rumbo diferente, y quién sabe a dónde le llevará o a quiénes juntará en un futuro.
De lo que no tengo ninguna duda es que una casa siempre tiene las puertas abiertas para su familia, y este lugar se ha convertido en una casa a la cual siempre le estaré agradecida, a la cuál siempre echaré de menos y a la cual siempre tendré ganas de volver.
Porque, hemos tenido tiempo suficiente para preparar su despedida, pero quizás carecemos del atrevimiento necesario para hacerlo definitivamente.
Muchas gracias y disfrutad del resto del día.
jueves, 28 de marzo de 2019
Loving Vincent
Primer largometraje compuesto por pinturas animadas, "Loving Vincent" es un film homenaje a Van Gogh en el que cada fotograma es un cuadro pintado sobre óleo, tal y como el propio Vincent lo hubiera pintado. Sus 80 minutos de duración están compuestos por 56.800 fotogramas que han sido pintados, uno a uno, por una gran cantidad de excelentes pintores a lo largo de varios años, todos inspirándose en el estilo y arte magistral de Van Gogh. (FILMAFFINITY)
Pero las cualidades de Loving Vincent no se terminan en su aspecto estético (que no deja de ser muy aplaudible) sino que también se desmarca como un biopic trascendente acerca del ilustre pintor, el cual poco tiene que ver con la interesante “Lust for life”; aquel retrato de Van Gogh realizado por Vincente Minnelli y protagonizado por Kirk Douglas, pues aquí la perspectiva es totalmente distinta, siendo los testimonios de las personas que vivían a su alrededor los que trazan el rompecabezas acerca del artista y su misteriosa muerte, haciendo que el trazo sea más complejo y detallista, conjugado con una narrativa que tiene como principal arma a un flashback que se evoca en pantalla en un hermoso blanco y negro para hacer contraste entre los tiempos narrativos.
La directora Dorota Kobiela no oculta su cariño por el pintor, pues Loving Vincent es una doble carta de amor a Van Gogh, la primera es la que homenajea su trabajo usando la misma técnica que en sus pinturas mientras que en la segunda ya en el guion reivindica una figura controvertida dejándonos en el plato tanto al artista como al hombre, el genio detrás de esas obras maestras, como al presunto maniático que atento contra su vida, y esta doble carta de verdad que emociona por ambos lados.
Humana, poética, sincera, nostálgica, Loving Vincent es claramente el filme animado del año, una joyita que juega con la imagen como con la narrativa para convertirse en un biopic diferente y trascendente.
miércoles, 27 de marzo de 2019
O noso día
Hoxe, reflexionando dinme conta de que un día despois da nosa graduación e o Día das Letras Galegas!
O Día das Letras Galegas é un día de exaltación da lingua de Galicia a través da súa manifestación literaria. Comezou a celebrarse o 17 de maio do 1963, coincidindo co centenario da primeira edición de Cantares gallegos, de Rosalía de Castro.
O 20 de marzo de 1963, tres membros da Real Academia Galega (Manuel Gómez Román, Xesús Ferro Couselo e Francisco Fernández del Riego) presentaron nesta institución a proposta de celebrar o 17 de maio para recoller o "latexo material da actividade intelectual galega". Estimaban que o poemario de Rosalía era a primeira obra mestra da literatura galega contemporánea, é dicir, considerábana a primeira obra do Rexurdimento. Realmente, descoñécese a data real de publicación do libro, pero tomouse ese día pola dedicatoria autógrafa de Rosalía de Castro á tamén poetisa Cecilia Böhl de Faber (Fernán Caballero).[1]
O Día das Letras Galegas é un día de exaltación da lingua de Galicia a través da súa manifestación literaria. Comezou a celebrarse o 17 de maio do 1963, coincidindo co centenario da primeira edición de Cantares gallegos, de Rosalía de Castro.
Ata 2019, ano dedicado a Antón Fraguas, 59 autores (4 mulleres e 55 homes) foron homenaxeados nas 57 edicións do Día das Letras Galegas, posto que 1998 foi o único ano en que houbo unha homenaxe colectiva (en concreto, a tres trobadores ligados á Ría de Vigo).

Para conmemorar o primeiro Día das letras galegas (DLG) publicouse unha edición crítica de Cantares gallegos, realizada por Fermín Bouza Brey. A festividade tivo un alcance e unha significación extraordinarios, e foi moi ben acollida non só a nivel literario senón tamén nos ambientes populares. Dende aquela dedícaselle o día de cada ano a unha figura significativa da literatura galega, coa única condición de que no ano da súa conmemoración teña pasado un mínimo de dez dende a data de falecemento da persoa homenaxeada.
Amélie, más que una película
“Son tiempos difíciles para los soñadores.”

El interés de mostrar esta película a chicos y chicas a partir de 12 años es la reflexión sobre que, más allá de tener sueños y desear que se hagan realidad, hay que entender que sin esfuerzo es poco probable conseguirlo.
- Título: El fabuloso destino de Amélie Poulain
- Dirección: Jean-Pierre Jeunet
- Guión: Guillaume Laurant y Jean-Pierre Jeunet
- Actores: Audrey Tautou, Mathieu Kassovitz, Rufus
- Género: Comedia dramática romántica
- Edad: Todos los públicos
- Temática: luchar por un sueño, el valor de las cosas pequeñas, la solidaridad, la empatía, el sentido de la vida.
En 2001, la actriz Audrey Tautou daba vida a Amélie, uno de los personajes más tiernos y queridos del cine europeo del momento.
Carismática, soñadora, creativa y empática son sólo algunos de los calificativos que definen la muchacha de Montmartre, que encuentra el sentido de su vida cuando descubre que ayudando a la felicidad de los demás también ella es más feliz.
Pero el concepto solidario 'ayudar a los demás' evoluciona dentro de la cabeza de la protagonista a lo largo del filme. Al principio, lo entiende de una manera idealizada más propia de los soñadores. En cambio, al final, cuando lo que se trata es de ayudarse a sí misma, superando miedos e inseguridades para conseguir lo que la haría feliz, es cuando se da cuenta de que hay que poner los pies en el suelo.
Precisamente en esto radica el interés de mostrar el filme a los chicos y chicas a partir de 12 años. Porque si bien es importante tener sueños y creer ciegamente en su realización, es importante también asumir el esfuerzo, a menudo poco tenido en cuenta, que habrá que hacer.
Detrás, pues, de la elección de un sueño hay un elemento a valorar y es la pasión. La pasión es la fuerza con que deseamos algo, un objetivo, una persona. Además, también están las habilidades, que son la forma en que se concretan las acciones que llevaremos a cabo para perseguir un objetivo soñado.
Amélie Poulain es creativa, curiosa, soñadora, atrevida. Son las habilidades que la hacían atractiva a los ojos de Nino Quincampoix, el chico de quien se ha enamorado. Pero también es insegura y tímida, y no acaba de dar el paso para relacionarse con él.
Con el obstáculo de la falta de confianza no contaba Amélie, porque esta es la parte realista del sueño. Finalmente, se sale con la suya cuando se supera a sí misma con esfuerzo, poniendo a prueba la fuerza de la pasión, el deseo por algo.
En resumen, soñar es una práctica maravillosa y necesaria. Educar en la lucha por los sueños desde la pasión y el esfuerzo también, para no caer en la idealización y, después, en la frustración.
El azote de los libros de antiayuda, ¿muy cerca del pensamiento de Marx?
Esta evaluación comenzamos con Marx, o más bien ya acabamos. Por tanto, una vez conocemos su pensamiento, nuestro profesor nos trae una noticia sobre los libros de ayuda que, reflexionando, no dista mucho del pensamiento del gran filósofo. Con vosotros la comparto:
La felicidad se ha convertido en un producto de consumo que, en realidad, no existe por mucho que se gaste dinero en ella. Esa es una de las ideas que plasma el filósofo Iñaki Domínguez en Cómo ser feliz a martillazos, un libro que él mismo define como «un manual de antiayuda». Se trata de un breve volumen que arremete contra las obras de autoayuda, el coaching y otras formas de motivación que han repuntado especialmente con la crisis económica.
«La autoayuda se ha convertido en uno de los pilares de la ideología neoliberal, que nos invita a aceptar cualquier situación», piensa Domínguez. Plantea ejemplos: «Lo que te está diciendo es que si trabajas pero no tienes suficiente dinero para vivir, alegra esa cara. Si tus condiciones de empleo son una basura, ejercita tu resiliencia.La autoayuda y ese pensamiento representan un modo de aceptar lo inaceptable». Al respecto, el autor subraya que la clave no es cambiar el pensamiento, sino las acciones.
Lo explica en las páginas del libro: de nada sirve pensar como un rico, si uno es pobre. Mientras la cuenta corriente no se encuentre llena de euros no se podrá ejercitar ese pensamiento que, por sí mismo, no convertirá a nadie en rico. Ahí aparece la figura del coach, sobre la que Domínguez es particularmente punzante: «Lo que hacen es responsabilizar a las personas de sus problemas: no eres rico porque careces del enfoque adecuado». Y apela a la antigua Grecia para demostrar que, en realidad, no se trata de algo especialmente novedoso.
«Los sofistas surgieron en un momento de decadencia de las religiones antiguas, como ocurre a día de hoy en Occidente con el cristianismo», precisa y establece paralelismos con los que se dedican al coaching en la actualidad: «Cobraban grandes cantidades de dinero por ofrecer estrategias para el éxito, operaban realizando algo así como conferencias itinerantes y su filosofía era consideraba sumamente superficial por algunos de sus contemporáneos. Platón dijo de ellos que eran ‘comerciantes que trafican con mercancías espirituales’. De los coach del siglo XX se ha dicho que son traficantes de ideas de segunda mano».
Frente a ello, Iñaki Domínguez propone un cambio radical de actitud. Frente al enfoque de «reprograma tu mente para que la realidad te sonría», que él atribuye a la autoayuda, plantea el cambio exterior: «No hay que manipular las ideas para transformar nuestra realidad material, sino modificar nuestra realidad material para transfigurar nuestras ideas».
Felicidad no, salud sí
Tras esa idea de felicidad «de pago» se esconde, según el planteamiento de Domínguez, algo perverso: «La sociedad nos quiere felices para seguir explotándonos sin que respondamos a sus injusticias». Partiendo de ello, apela a tomar consciencia: «La felicidad no existe. Cuánto antes se haga uno a esa idea, mejor. Si acaso uno puede lograr la salud. Tener relaciones sanas con personas que nos aportan cosas, que nos valoran y que nosotros valoramos. La salud no se sustenta en el consumo sino en relaciones significativas con otros, sean filiales, sentimentales, sexuales, o de cualquier otro tipo».
¿Y qué hacer cuando uno se ve en una situación insana? «Lo mejor es liberarse de dicha situación. Si no queda otra, tratar de ajustarse quizás sea el mal menor, pero nunca resulta la opción más ventajosa. En todo caso, dicha aceptación es una forma de reprimir sentimientos negativos, no de redimirse de ellos».
En el fondo, surge la tentación de ver Cómo ser feliz a martillazos como un libro de autoayuda con un envoltorio diferente. «No, la autoayuda consiste en transformarse a uno mismo desde uno mismo -dice-. La antiayuda, en cambio, trata de fortalecer al sujeto en una relación dialéctica con el mundo: demostrando el compromiso con la realidad y con nosotros mismos a través de acciones».
FUENTE DE INFORMACIÓN :
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/sociedad/2019/03/09/azote-libros-autoayuda/0003_201903G9P25991.htmCómo elegir una carrera que te encante

“¿Elegir qué carrera quiero estudiar ya? ¿Cómo? Si ni siquiera sé lo que quiero cenar esta noche”. Esta es la reacción de muchos estudiantes cuando alguien les pregunta qué quieren hacer con su futuro. Aunque para algunos es una pregunta fácil de responder, otros muchos suelen quedarse el blanco o dar un listado tan largo de posibles carreras o grados que elegir es ¡misión imposible! O eso parecía.
La toma de cualquier decisión, por difícil que sea, se hace más fácil si tenemos un plan de ataque. Estás de suerte porque este artículo contiene tu plan. Vamos a dividir esta decisión en tres partes más manejables, y verás cómo elegir deja de ser una misión imposible.
El proceso de elegir una carrera se divide en tres fases:
3 Fases para Elegir Carrera
- Conócete a ti mismo: Quieres elegir unos estudios y eventualmente una carrera profesional que te van a gustar. Entonces, lo primero es tener claro qué cosas valoras en un trabajo, qué tipo de actividades te gustan, en qué ambiente de trabajo te sentirías más a gusto… En fin, independientemente de la carrera que escojas, ¿qué tipo de actividades te gustan hacer, dónde, en qué condiciones, y con quién?
- Conoce tus opciones: Una vez que sepas el perfil de carrera y de trabajo que más te llenan de satisfacción, puedes empezar a buscar carreras que encajan en ese perfil. En esta fase del proceso, se trata de buscar el mayor número de opciones posibles. ¡No te limites! Seguramente descubrirás muchísimas opciones que ni siquiera sabías que existían.
- Valora la oferta y decide: Ya con tu lista de posibles carreras en la mano, puedes empezar a valorarlas una por una. Puedes quedarte con las 2 ó 3 que más te convencen, y luego investigar dónde es mejor estudiarlas. Llegado hasta aquí, tomar la decisión final será mucho más fácil.
Ahora que dominas la teoría, ¡vamos a ponerla en práctica! Sigue leyendo para conocer las claves que te permitirán conocerte mejor, evaluar tus opciones, y decidir.
FASE 1: Conócete a ti mismo
Conocerte te ayudará a saber qué carreras o profesiones son mejor para ti. Suena a tópico, pero la verdad es que tu carácter, tus gustos e intereses son aspectos que uno debe analizar a la hora de escoger una carrera. Algunas cosas que debes tener en cuenta son:
- Tu carácter. ¿Eres una persona abierta o introvertida? ¿Te gusta pensar o hacer? ¿Prefieres trabajar en equipo o a solas? ¿Te gusta estar rodeado de gente o prefieres pasar las horas delante de un ordenador? Conocer tus características personales te permitirá confrontarlas con las alternativas de estudios y profesiones que puedes escoger.
- Tus fortalezas. Analízate desde la perspectiva de una empresa. ¿Cuáles son tus puntos fuertes? Tu habilidad con los números, tu capacidad de expresión… No pienses sólo en tus conocimientos técnicos. Igual de importantes son tus cualidades personales.
- Tus debilidades. Trata de ver qué áreas deberías mejorar y qué aspectos podrían ser una barrera insalvable para una determinada carrera. Por ejemplo, si te mareas sólo al pensar en la sangre, Medicina no sería una buena opción para ti, ¿a qué no?
- Piensa en qué asignaturas eres mejor. Quizás la historia es tu fuerte, o se te da muy bien pintar, o la química es una de tus asignaturas preferidas. Conocer en qué materias eres mejor te dará una pista sobre las carreras que te resultarán más fáciles o en las que podrías destacar.
- Tus asignaturas hueso. Todos tenemos alguna materia donde cojeamos, se nos atraganta o sencillamente no somos tan buenos. Piensa cuál es la razón: ¿su dificultad o el poco entusiasmo que te despierta? Conocer tus debilidades te ayudará a depurar tus opciones. Si las matemáticas se te dan mal, podrías descartar las carreras de ciencias o técnicas.
- Tus intereses y aficiones. Piensa qué es lo que más te atrae, con qué materias disfrutas más o qué te gusta hacer en tu tiempo libre. A veces detrás de una afición hay una posible carrera profesional. Analiza tus hobbies, pueden ser una fuente de inspiración.
- Tus valores. Para ti qué es más importante: ¿ayudar a los demás, tener un trabajo de prestigio, ganar mucho dinero, tener mucho tiempo libre o hacer algo que te gusta? A la hora de elegir una carrera debes analizar cuáles son tus expectativas.
- Tus pasiones. Piensa en los momentos en que te hayas sentido completamente dedicado a lo que estabas haciendo. Todos tenemos actividades a las que nos dedicamos con más energía o más entrega... cuando el mundo entero parece desaparecer y estamos totalmente volcados en lo que estamos haciendo, echar horas y más horas no es un problema. Intenta identificar si hay algún denominador común cuando eso te sucede.
- Piensa cómo sería tu trabajo ideal. Unos no soportan los trabajos dentro de una oficina, otros no aguantan el estrés, algunos prefieren un trabajo en el que no tienen que viajar… Piensa qué tipo de trabajo te gustaría hacer.
- Haz una lista de cada una de los puntos anteriores y puntúa del 1 al 10 tus cualidades, tus gustos, incluso las diferentes asignaturas que tienes ahora en tus estudios. Si por ejemplo, crees que una de tus mejores cualidades es la capacidad de comunicación, ponte un 9 en esta cualidad. Si crees que las matemáticas no son tu fuerte, podrías ponerte un 4. Una vez que tengas un listado donde puntúes diferentes aspectos de tus cualidades, gustos e intereses, podrás buscar más adelante carreras o profesiones donde sean importantes o convenientes los aspectos donde te has dado más nota.
- Apóyate en algún test de evaluación. Hay tests que evalúan tus intereses y tu personalidad y sugieren carreras que podrían encajar bien contigo. Si te sientes un poco perdido respecto a dónde dirigir tu futuro, y te cuesta analizar tus intereses y gustos, pueden ser un recurso muy útil. Habla con tu orientador o investiga en Internet para hacer alguno de estos tests.
FASE 2: Conoce tus opciones
Hoy en día hay una oferta tan variada de estudios que la dificultad de elección también es mayor: una amplia gama de ciclos formativos, titulaciones universitarias, títulos extranjeros… Pero también significa que tienes mayores posibilidades de encontrar unos estudios que te encajen a la perfección. Para eso hay que conocer la oferta:
- Prepárate para investigar. Hazte preguntas del siguiente tipo: ¿Estos estudios me gustarían? ¿Me veo estudiando esta carrera? ¿Para qué salidas laborales me preparan?
- Busca más allá de titulaciones concretas. Nadie puede querer estudiar o ser aquello que no conoce. ¿Sabías que Medicina, seguida de Enfermería y Magisterio en Educación Infantil fueron en el curso pasado las carreras más demandadas por los estudiantes? Estas tres titulaciones nos resultan muy familiares a todos. No ocurre lo mismo con la titulación de Biotecnología o de Navegación Marítima, ¿verdad? Posiblemente esta sea una de las principales razones por las que a veces parece que todos queremos estudiar lo mismo. ¡Ojo! Asegúrate de que tienes una visión global de la oferta antes de elegir. Te sorprendería la gente que dice que habría estudiado otra cosa si hubiera contado con más información y la gente que deja o cambia de estudios, ¡más de un 20%! Sorprende, ¿no?
- Habla con el orientador de tu colegio o instituto. Tu orientador está ahí para informarte y orientarte sobre todas las opciones que tienes. Es un valioso recurso que deberás aprovechar. Si te gustaría saber más sobre una carrera o simplemente te gustaría hablar con alguien sobre lo que te preocupa de tu futuro, adelante, llama a su puerta.
- Aprovecha la experiencia de tus familiares y amigos. Utiliza tu red de contactos más cercanos para conseguir información de primera mano. Habla con tus padres, sus amigos y demás familiares para que te pongan en contacto con personas que se dedican a las carreras o profesiones que más te atraen. Parece complicado, pero la realidad es que a través de tus conocidos puedes conocer a mucha más gente de lo que imaginas. Según la teoría de los seis grados de separación cualquiera en el mundo puede estar conectado a cualquier otra persona en el planeta a través de una cadena de conocidos que no tiene más de cuatro intermediarios. ¡Increíble! ¿Verdad? Así que pregunta.
- Busca información especializada. Una revista como Y AHORA QUÉ te da de golpe un montón de información sobre diferentes carreras o profesiones que quizá nunca antes te habías planteado. Hay otros muchos recursos que te pueden dar información. ¡Aprovéchalos!
- Acércate a los centros o universidades que imparten los estudios que más te interesan.Habla con los estudiantes que estudian lo que tú quieres estudiar para saber cómo es la carrera. Respira el ambiente y aprovecha para preguntar a algún responsable de la institución todas las dudas que te surjan: sobre las materias, las instalaciones, las prácticas… y con toda la información que recopiles piensa qué centro te va a ayudar mejor a conseguir tus objetivos. Aunque en principio parezca que da igual estudiar una carrera en un sitio u otro porque es la misma, no da igual. Un porcentaje muy alto de estudiantes abandonan los estudios después del primer año, en bastantes ocasiones porque el centro en el que estudian no cumple con sus expectativas. Aunque siempre se puede rectificar, piensa que dedicar un poco de tiempo a investigar si la institución donde vas a estudiar encaja contigo, es una buena inversión.
- Recopila la información sobre cada carrera que te atrae de manera sistemática: en qué consiste, duración, dificultad, salidas profesionales, centros donde puedes estudiarla... ¡No te quedes con dudas! Luego cuando estás intentando decidir, estos apuntes te serán muy útiles.
- Compara las carreras que más te atraen. Puedes encontrar información en Internet, en tu instituto o en la biblioteca de tu barrio.
- Investiga opciones que ni conocías. Abre tu mente e investiga también sobre carreras o estudios que desconocías y piensa qué te gusta o disgusta de ellos. Toma nota en un cuaderno de todos los pensamientos que te surjan de manera organizada para luego releerlos.
- Curiosea en Internet. La verdad es que Internet es un recurso increíble para buscar todo tipo de información sobre carreras, empleos que te interesen y titulaciones universitarias que te pueden preparar para ellos. Tan sencillo como ir a tu buscador preferido, escribir el nombre de la carrera que te interesa y ver los resultados.
- Visita las Ferias educativas. Por toda la geografía se celebran ferias educativas donde tienes la oportunidad de conocer en un mismo día una amplia gama de centros y universidades. Es una buena oportunidad para pedir información sobre las carreras profesionales para las que preparan sus estudios. Quizá descubres una carrera que te interesa y que nunca antes te habías planteado.
- No te dejes influenciar por opiniones generales. A veces, sin darnos cuenta, nos dejamos influir por lo que hace un amigo, lo que piensan nuestros padres o experiencias que han tenido otras personas. Aunque es bueno escuchar a los demás, piensa que si a uno le ha ido bien o mal en una carrera es sólo un caso particular. Evita las generalizaciones.
- Cuidado con las modas. Aunque parezca extraño, a veces por algo tan simple como una serie de televisión sucede que una determinada carrera se pone de moda y todo el mundo quiere hacerla. Analiza bien si se trata de una carrera que realmente quieres hacer.
FASE 3: Valora la oferta de carreras y decide
Imagina que ya has identificado tus gustos y objetivos, y que también has investigado un buen número de carreras profesionales que encajan con ellos. Con un poco de suerte, te has quedado con dos o tres carreras que te interesan. Ahora sólo tienes que encontrar las titulaciones y los centros que mejor te van a preparar. Estos son algunos de los puntos más importantes que deberías valorar:
Ya ves que para elegir una carrera sólo necesitas empezar a pensar en qué quieres hacer profesionalmente, y hacerte una idea de las carreras que te pueden gustar más. Es muy posible que a lo largo de tu camino profesional evolucionen algunos de tus gustos y objetivos. Pero si te has preparado un buen mapa a través de los ejercicios que recomendamos en este artículo, sabrás llegar a dónde quieras.
- La duración de los estudios. Quizá tienes claro que quieres estudiar algo corto y que te permita entrar rápidamente en el mercado laboral o eres de los que quieren una carrera larga.
- La dificultad de la carrera. Mientras a algunos estudiantes no les importa hacer una carrera que suponga mucho esfuerzo, otros buscan una titulación fácil de sacar. Piensa cuánto esfuerzo estás dispuesto a dedicar.
- El enfoque de los estudios. Hay estudios que tienen un enfoque muy práctico, mientras que en otros predomina la teoría. Piensa qué tipo de estudios encajan más con tus intereses.
- La importancia de los idiomas. Hoy en día, los idiomas son muy importantes para cualquier trabajo. Vivimos en un mundo globalizado y si no los dominamos pueden ser una barrera que habrá que superar. Evita que sea un obstáculo buscando unos estudios que te formen en este campo como una asignatura más.
- Las salidas laborales. Cada carrera ofrece múltiples salidas laborales que a veces ni conocemos. Es importante tener una idea de todos los posibles trabajos que se pueden desempeñar antes de elegir.
- La flexibilidad de la formación. Un punto a tener en cuenta es la diversidad de salidas que puede tener una determinada carrera. Cuanto más abra tu abanico de posibilidades, mejor para ti. Piensa que si no encuentras el trabajo más habitual, estarás preparado para hacer otro tipo de trabajos.
- El coste. A veces podemos plantearnos una determinada carrera cuyo coste está por encima de nuestras posibilidades económicas. En ese caso, hay que analizar si nuestra familia puede realizar ese desembolso, o si podemos conseguir una beca o un préstamo de un banco.
- Las prácticas. Hoy en día, las prácticas son una de las principales puertas de entrada al mercado laboral. Trata de escoger unos estudios que te aseguren una formación práctica.
- La facilidad de encontrar un trabajo. Aunque el mercado es muy cambiante y nadie te puede garantizar un puesto de trabajo, es verdad que determinados estudios por su flexibilidad o alta preparación ofrecen más posibilidades de inserción laboral. Tenlo en cuenta. Es un factor que va a determinar el esfuerzo que tendrás que hacer para conseguir un puesto de trabajo.
- El plan de estudios. En un principio parece que una carrera da igual donde se estudie, pero la realidad es que cambia muchísimo en función del programa académico de cada institución. Uno de los factores más importantes a la hora de elegir un centro es la calidad del programa académico que estás considerando. Te sugerimos no guiarte únicamente por la reputación del centro. Es importante investigar el programa específico de la titulación que quieres estudiar. No todos los programas de una misma universidad tendrán la misma calidad, ni la misma reputación en el mundo laboral.
- El prestigio. Habla con estudiantes que lo están cursando, y también con personas del sector donde quieres trabajar. Tendrás una visión de cómo está valorada la institución que ofrece lo que tú quieres estudiar.
- Pregúntate ¿qué estudios me ayudarán a conseguir lo que quiero? Dependiendo del trabajo que quieras conseguir te vendrá mejor tener una u otra formación. Por ejemplo, si quieres trabajar resolviendo problemas informáticos a usuarios de Internet, quizás no necesitas estudiar Ingeniería Informática, sino un ciclo formativo de esta rama. En cambio, si quieres desarrollar la implantación de un sistema de gestión empresarial, la carrera será tu mejor opción. Con todo ello, lo que quiero decir es que primero debes pensar en qué es lo que quieres y luego analizar si los diferentes estudios que vas conociendo te ayudarán a conseguirlo.
- La filosofía, el profesorado, los recursos y organización de la institución educativa en la que te gustaría formarte, también es importante. Una vez que tengas claro qué tipo de estudios te interesan, este es un factor que debes tener muy en cuenta.
- Tamaño y ubicación geográfica. Una vez hayas identificado uno o más planes de estudio que te satisfacen por su contenido, la elección final puede depender de factores como si prefieres una universidad grande o una pequeña, o su ubicación geográfica. Este último factor es determinante para muchos estudiantes. Por ejemplo, si en un futuro te gustaría vivir cerca de la playa, también es interesante escoger una institución educativa que esté cerca del mar. Harás amigos y contactos profesionales durante tus estudios que harán más fácil que encuentres trabajo allí una vez los finalices.
- Elige el camino. Hay muchos caminos para llegar a desempeñar un trabajo que te interese, pero no todos son iguales de rápidos o amenos. Cuando hayas investigado a fondo tus opciones, será mucho más fácil encontrar una ruta que te guste.
FUENTE DE INFORMACIÓN: http://yaq.es/reportajes/elegir-carrera
Diamantes de Sangre
The Blood Diamond nos sitúa en Sierra Leona (África), en pleno conflicto civil marcado por la explotación de los yacimientos de diamantes. Estos recursos tan valiosos son objeto de negocio por parte de las guerrillas para la obtención de armas, así como para las poderosas empresas internacionales, las cuales obtienen los preciados recursos de forma clandestina, con el fin de múltiplicar su valor en el mercado.
Edward Zwick consigue mostrarnos las consecuencias de todos estos acontecimientos de la mano de tres actores de los cuales destaca por encima de todos, la brillante actuación de Djimon Hounsou; padre que sufre el ataque de los guerrilleros tras ser raptado su hijo, cuyo propósito no es otro que convertirlo en guerrillero de la milicia.
En lo que se refiere a DiCaprio, he de decir que si bien nunca ha llegado a cuajar en los papeles de tipo duro, aqui lo logra con solvencia interpretando a un contrabandista de diamantes que es víctima de su propia codicia.
Por último, Jennifer Connelly realiza una actuación correcta interpretando el papel de una periodista americana, cuyo objetivo es obtener pruebas de las crueldades que esta sufriendo el pueblo a consencuencia del corrupto negocio de diamantes.
Este film evoca realismo, emoción, crueldad, belicismo, un sentimentalismo profundo y unos grandes planos paisajísticos que lo convierten en un fiel retrato de lo que viene padeciendo, a lo largo de ya tantos años, el continente negro ... un lugar maravilloso vícitma de la raza humana.
sábado, 23 de marzo de 2019
¿Puedo ser un genio de las matemáticas?
¿Cuántas veces has escuchado a alguien decir: "yo no soy bueno para las matemáticas"? Probablemente, tú mismo lo has dicho.
Las actitudes negativas hacia las matemáticas son comunes y los expertos advierten que son más perjudiciales de lo que pensamos.
Cuando un padre le dice a su hijo: "nunca me fue bien en matemáticas", puede estar contribuyendo a que él sienta lo mismo. Comentarios casuales como ese tienden a normalizar posiciones adversas frente a esta ciencia.
Pero mientras que la habilidad numérica precisa de habilidades como sumar y multiplicar, las matemáticas no son solo eso, son acerca de la resolución de problemas.
Si llegaste a tiempo al trabajo hoy, si les trajiste café a tus colegas o si estás decidiendo qué comprar de almuerzo, todo eso requiere de pensamiento lateral... en otras palabras, matemáticas.
Aunque tengan mala fama, las usamos todo el tiempo y con un poco de esfuerzo todos podemos mejorar nuestra capacidad.
¿Hay un gen de las matemáticas?
En 2011, un estudio hecho por la Universidad John Hopkins, Illinois, Estados Unidos, encontró que a los niños que tenían un sentido numérico altamente desarrollado -la habilidad de estimar números- también les iba bien en las pruebas de matemáticas. Los investigadores indicaron que eso significaba que la capacidad de manejar números podía ser innata
Cuando Albert Einstein murió en 1955, sacaron su cerebro y lo preservaron para futuros estudios científicos. ¿Era su cerebro la razón de su genialidad?
Durante los años siguientes varios científicos lo estudiaron y, aunque sus resultados a veces han sido controvertidos, muchos aseguran que "el cerebro de Einstein era diferente a los demás".
Un estudio reciente hecho por científicos de la Universidad del Estado de Florida encontró que Einstein tenía una "corteza prefrontal extraordinaria", que pudo haber contribuido a que tuviera tales capacidades.
Sin embargo, los expertos generalmente están de acuerdo en que tanto lo innato como lo adquirido juegan un rol importante cuando se trata de las matemáticas.
Factores como la vida familiar, la educación e incluso las privaciones influyen en nuestras posibilidades de dominar esta ciencia.
Un estudio hecho en Noruega, en el que se pusieron a prueba las habilidades de 70 niños, encontró que lo único necesario es mucha práctica.
Y muchos expertos advierten que el hablar de "genes matemáticos" es una falacia pues lo que se requiere para ser bueno en matemáticas es esforzarse.
Para Toby Bailey, de la Escuela de Matemáticas de la Universidad de Edimburgo, es vital que la gente deje a un lado la creencia de que se es bueno o malo para las matemáticas, y que adopte una "mentalidad de desarrollo" -a menudo corriente en los países del suroriente asiático- según la cual si uno trabaja, seguramente mejora.
Uno de los más grandes obstáculos para convertirse en un genio matemático es el miedo.
Preséntale un problema matemático a un grupo de gente y la mayoría querrá huir.
Aunque no lo creas, existe una condición llamada "ansiedad matemática", y hay escáneres que muestran que el área del cerebro afectada es similar a la que se activa cuando sentimos dolor físico.
El gran problema con esta ansiedad es que la gente se da por vencida. Su mente les dice que no pueden hacerlo y el miedo hace que no insistan.
Pero, por supuesto, las matemáticas no son un monstruo. Lo que tienen es un problema de imagen. Decir que no somos buenos para las matemáticas es casi como una medalla de honor. Sin embargo, no es cierto.
En el fondo, todos somos matemáticos.
Muchos empleos dependen de ello. Por ejemplo, quizás no asocies la enfermería con las matemáticas, pero cuando se están administrando medicinas, un error en un punto decimal puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.
La realidad es que usamos las matemáticas a diario. Para navegar en el mundo, tenemos que entender los números y poder calcular los riesgos
1. La confianza es la clave
El 50% de ser un matemático es creer que uno puede solucionar un problema. De alguna manera tienes que poder superar ese pavor que sientes cuando te presentan un ejercicio. Recuerda que todas las herramientas y técnicas ya están inventadas: no tienes que reinventar la rueda. Lo único que hay que hacer es decidir cómo aplicar esas herramientas para solucionar esa pregunta en particular.
2. Aprender matemáticas es como aprender a tocar un instrumento
No puedes pretender que vas a aprender a tocarlo en un día. Tienes que practicar las escalas y después vas a poder tocar una pieza musical. De hecho, las matemáticas se parecen a un lenguaje: es el lenguaje de la naturaleza. Debes dedicarle un poco de tiempo antes de poderlo entender y usar.
3. Está bien atascarse
Como matemático profesional, paso la mayor parte de mi vida atascado en problemas matemáticos. Pero eso es lo que lo hace divertido: ese momento maravilloso en el que de repente te das cuenta de cómo puedes resolver el problema. ¡Si todo fuera fácil, sería aburrido! Y siempre recurre al pensamiento lateral... el truco es encontrar diferentes perspectivas.
4. Divide el problema en pedazos pequeños
Construir un argumento matemático es un poco como un juego de ajedrez: la combinación de todos los movimientos individuales es lo que al final te lleva a ganar la partida.
5. Encuentra el patrón
Cuando juego "Papel, tijera o piedra", lo que trato de hacer es descubrir algún patrón en la conducta de mi oponente. Si lo logro, tengo la ventaja. Eso es una habilidad matemática. Las matemáticas no son habilidades aritméticas, es la ciencia de la búsqueda de patrones. ¡Incluso si nunca pudiste aprender las tablas de multiplicar, puedes ser un buen matemático! (de hecho, muchos de mis colegas no se las saben).
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